Hablar de Lola Flores es hablar de una de las artistas más importantes de la historia de nuestro país. Con su talento natural consiguió teñir de color una España en blanco y negro que agonizaba bajo el yugo de la dictadura franquista y, una vez terminada, supo reconvertirse y desarrollar una fructífera carrera en la música, el cine y la televisión hasta el mismísimo día de su muerte.
Entre sus hazañas como personaje público, se cuentan la de haber vivido una vida absolutamente libre, llegando a mantener una relación con un hombre casado veinte años mayor que ella o haber abortado de forma clandestina en varias ocasiones. Y no solo buscó su libertad, sino también la de los demás: fue una gran defensora del colectivo LGTBIQ+ en un momento en el que no era nada fácil serlo y se convirtió en una abandera (in)voluntaria del feminismo cuando este movimiento era tan solo el germen de lo que ahora es.
Por eso, en el centenario de su nacimiento, esta obra se dispone a hacer una relectura de su figura desde una perspectiva disidente. Gracias a los textos de Carlos Barea, Lidia García, Noelia Cortés, Nerea Pérez de las Heras, Daniel María, Carlos Carvento, Fernando López, Pepa Blanes y Álex Ander, intentaremos desentrañar uno de los mayores misterios que ha dado la cultura popular de este país: el de aquella jovencita de Jerez que llegó a Madrid decidida a comerse el mundo y que, aunque ni cantaba ni bailaba, consiguió dejar su nombre grabado a fuego en el imaginario colectivo de un pueblo que, por mucho que pase el tiempo, se niega a olvidarla.